martes, 12 de julio de 2011

TEMPESTAD I, 2

ACTO I, ESCENA II: Próspero y Miranda
(La isla. Frente a la cueva de Próspero. Entran Próspero y Miranda)
Miranda: Padre, si fuiste vos, con tu arte, el que puso a rugir las aguas salvajes, por favor aplacalas. Pareciera que llueve brea, y que el mar, subiendo por los cielos, fuera a romper contra el fuego. Sufro al ver sufrir a la tripulación de la nave que no puede haber resistido semejante espectáculo. Seguro que transportaba almas nobles, ahora hechas pedazos. Sus gritos golpearon mi corazón. ¡Cuántos buenos muchachos deben haber muerto!
Próspero: No te alarmes. Convencé a tu piadoso corazón: no hubo daño alguno. Nada hice que no fuera por vos, hija, que ignorás lo que sos porque ignorás de dónde vengo yo, y que soy mucho más que Próspero, señor de una pobre caverna y tu humilde padre.
Mir: nunca supe quién soy. Ahora me distraje con el barco, pero es raro que deje de pensar en ese enigma, y me encantaría que algún día me lo revelaras. Muchas veces empezaste el relato, y lo suspendiste diciendo “Todavía no”.
Pros: Ese momento ha llegado. Ayudame a quitarme la capa y atendé, que lo que voy a decir es de suma importancia para el entramado de las escenas. (deja el manto) El espectáculo del naufragio que tocó tu virtud piadosa, lo monté yo efectivamente, con mi magia. Te aseguro que ni un alma se ha perdido en esa nave, aunque hayas oído gritos, aunque la hayas visto hundirse. Es necesario que abras tus oídos. Atención, obedecé: ¿podrías recordar algo del tiempo anterior a nuestra vida en esta cueva?
Mir: algo recuerdo, padre.
Pros: contame las imágenes que guarda tu memoria.
Mir: mi recuerdo es lejano, parece más un sueño que algo que haya vivido. Veo cuatro o cinco mujeres cuidando de mí, en una habitación luminosa.
Pros: cinco mujeres, o más, Miranda. ¿Qué otra cosa? Tal vez recuerdes parte de nuestro viaje hasta esta isla.
Mir: recuerdo el mar. Nada más que el mar a mi alrededor.
Pros: Hace doce años, Miranda, tu padre era el duque de Milán, y un príncipe poderoso. Tu madre, un modelo de virtud.
Mir: ¿y quién nos trajo hasta aquí? ¿Qué juego sucio nos quitó semejante posición? ¿O fue una bendición que llegáramos a esta isla?
Pros: Las dos cosas, hija. Un acto desagradable nos expulsó, y por bendición llegamos aquí. Mi hermano, tu tío, que se llama Antonio, ese desgraciado a quien yo quería casi tanto como a vos, fue designado por mí para ejercer el mando de mi estado. En ese tiempo era el más poderoso de todos los estados, y Próspero el más respetado de los duques, sin competencia en sabiduría, artes liberales, toda clase de ciencias. Y como éstas se convirtieron en mi único interés, absorto en estudios secretos, le asigné a mi hermano el gobierno de mi ducado. ¿Me seguís?
Mir: te sigo con toda mi atención.
Pros: Antonio aprendió a conceder deseos, a negarlos, a hacer subir y bajar a los cortesanos según sus propios intereses. Cuando tuvo la clavija tanto del funcionario como de la función, templó los corazones del estado a su agrado; él fue la hiedra que cubrió mi tronco mayestático, que sorbió el verdor de mi existencia. ¡No me estás siguiendo!
Mir: Estoy siguiéndote, Padre.
Pros: dejando yo mis preocupaciones mundanas, entregado al encierro para mejorar mi mente y mi alma mediante el estudio, aún así mantenía el favor de mi pueblo fiel. Esto despertó en mi hermano traidor la envidia y los bajos instintos. Mi fe sin límites, mi confianza sin barreras, como las de un padre benévolo, generaron en él, como contraposición, una inmensa traición. Embriagado mi hermano con lo que mis ingresos producían, como uno que hace una verdad de tanto andar diciéndola y convierte en pecadora a su memoria por darle crédito a su propia mentira, así él creyó que era efectivamente el duque, porque me sustituía en funciones y porque actuaba exteriormente su realeza mediante prerrogativas caprichosas. Creció su ambición… ¿Escuchás lo que estoy diciendo?
Mir: tu relato, padre, curaría a un sordo.
Pros: para anular al personaje que él estaba actuando y ocupar su lugar hizo crecer su influencia. A mí, la biblioteca me era más valiosa que todo el ducado. El traidor se alió con el rey de Nápoles, mi enemigo, ahora le da un tributo anual, le rinde pleitesía, doblega a mi pueblo, a mi querido Milán, en una reverencia sin dignidad. Puso a mi país de rodillas.
Mir: ¿Cómo…? ¿Mi tío? Pecaría si no pensara noblemente respecto de mi abuela. Buenos vientres han dado malos hijos.
Pros: fijate si alguien puede ser tan perverso, y si ese alguien puede ser llamado hermano. Alfonso de Nápoles, mi enemigo, escucha el pedido de mi hermano. Consisitía en que aquél, a cambio de pleitesía más no sé cuánto tributo, me extirparía junto a los míos del ducado y le entregaría mi hermosísima ciudad a la avaricia de mi hermano Antonio. Reuniendo un ejército infiel, en una noche oscura, Antonio abrió las puertas de Milán y de allí nos sacaron a vos, que ibas llorando, y a mí mismo.
Mir: ¡basta, padre! Tu relato exprime mis ojos de dolor.
Pros: escuchá, porque hay más, para que puedas entender el asunto del que tratábamos (señala hacia el mar), sin el cual toda esta historia no tendría sentido.
Mir: ¿por qué no nos mataron?
Pros: buena pregunta, hija. No se animaron, para no provocar la reacción de mi pueblo que me quería. Para no manchar el asunto con sangre, pintaron sus sucios intereses con hermosos colores. Nos metieron en un barco, nos llevaron unas leguas adentro del mar y nos dejaron en una balsa sin velas, sin mástil, una cáscara de nuez que hasta las ratas habían abandonado por instinto. Nos dejaron llorándole al mar, suspirando al viento que, devolviendo suspiros, sólo nos hizo amables agravios.
Mir: ¡Qué problema debo haber sido para vos, padre!
Pros: Al contrario: fuiste un ángel que me salvó. Porque vos ibas sonriente, imbuida en fuerza celestial, mientras yo adornaba con mis lágrimas saladas el mar. Tu presencia me obligó a resistir lo que fuera a suceder.
Mir: ¿y cómo llegamos a tierra?
Pros: por providencia divina. Teníamos comida y agua fresca, que por caridad nos dio Gonzalo, un noble de Nápoles al que designaron jefe de la misión. Por su gentileza, nos dio vestimentas, materiales necesarios para subsistir, y, sabiendo que yo adoraba a mis libros, me entregó algunos volúmenes de mi biblioteca, para mí más valiosos que el ducado entero.
Mir: me encantaría conocer a ese Gonzalo.
Pros: atendé lo que digo, Miranda. Arribamos a esta isla. Aquí fui yo tu maestro, te di más beneficios de los que obtiene cualquier princesa en largas y tediosas y vanas horas con tutores idiotas.
Mir: pero, padre… ¿Qué relación tiene todo esto con la tempestad?
Pros: por un raro accidente, la Fortuna benéfica, mi querida señora, trajo a mis enemigos hasta esta costa. Mi cénit depende ahora de una estrella de lo más auspiciosa, Miranda, y si no cortejo su influencia mis fortunas desaparecerán para siempre. (la detiene) No preguntes más. Te inclinás a dormir, Miranda. Es bueno ese letargo: dale lugar, no lo frenes. De cualquier manera, sé que no podés mantenerte de despierta.
(Miranda se duerme)

martes, 5 de julio de 2011

TEMPESTAD I, 1


ACTO I, ESCENA I
(La cubierta de un barco. Se oye una fuerte tormenta, truenos y relámpagos. Entran un capitán y un contramaestre.)
Cap: ¡Contramaestre!
Contr: Acá estoy, capitán. Cómo se encuentra…
Cap: (interrumpe) Hablá con los marineros. Apurate, hay que poner manos a la obra o vamos a encallar. (Sale corriendo)
(Entran marineros)
Contr: Ánimo, muchachos, a trabajar. Vamos a recoger la vela. ¡Atención al silbato del capitán! (Al viento) ¡Soplá, soplá si tenés fuerza!
(Entran Alonso, Sebastián, Antonio, Fernando, Gonzalo)
Alonso: Contramaestre, ¿dónde está el capitán? ¡Que sus hombres se pongan a actuar de una buena vez!
Contr: Les ruego, señores, que se mantengan abajo, está demasiado agitado como para pasearse por la cubierta.
Alonso: ¿Dónde está el capitán?
Cotr.: ¿Me escucha lo que le digo? Quedesé en su camarote, está estorbando nuestro trabajo; no hace más que ayudar a la tormenta.
Gonzalo: Con calma, hombre, tómelo con calma que está hablando con un rey.
Contr: Sí, lo voy a tomar con calma cuando se calme el mar. ¡Abajo todos! ¡No molesten más!
Sebastián: Bajamos, pero no te olvides a quién tenés a bordo.
Cotr: A nadie a quien no quiera más que a mí. (A Gonzalo) A usted, consejero, le pido que aconseje a sus señores y a su rey que se callen la boca; si no conseguimos un poco de paz en esta cubierta, nos vamos al fondo. Y si no los convence, dé las gracias por haber vivido y prepárese en su camarote para la desgracia que viene. (A los marineros) ¡Fuerza, arriba, vamos! (A Gonzalo y los otros) ¡Fuera de mi camino! (sale)
Gonzalo: (A Alonso, mientras salen) Le digo que no se preocupe, señor; éste no se va a ahogar, lo veo claramente en su rostro. Tiene el tipo perfecto para la horca. (Se queda sólo, hacia el cielo) Encargate, Fortuna bondadosa, de que lo ahorquen. Que la cuerda de su destino sea nuestra amarra. (Se sienta apartado, tranquilo pero sin abandonar la gravedad)
(Vuelve a entrar el contramaestre)
Contr: ¡Bajamos el mástil, rápido! ¡Vamos a probar…! (lo interrumpe un grito que llega desde adentro) ¡Son insoportables, hacen más ruido que la tormenta! (Vuelven a entrar Sebastián, Antonio y Gonzalo) ¿Qué hacen acá de nuevo? ¿Quieren que nos hundamos, nomás? ¿No les quedó claro lo que dije? ¡Abajo!
Sebastián: ¡Que se te pudra la garganta, borracho inútil!
Contr: Sin mi garganta no puedo trabajar, señor, con ella estoy evitando que se ahoguen ustedes.
Antonio: ¡Que te ahorquen, basura malparida! Vos tenés más miedo a ahogarte que nosotros.
Gonzalo: Les digo que éste no se va a ahogar, aunque el barco sea una desastre y haga más agua que una muchachita incontinente.
Contr.: (Indicaciones desesperadas) ¡Hacia afuera, hacia afuera! (Entran marineros mojados, sin ninguna esperanza)
Marineros: ¡Estamos perdidos, no hay forma! ¡A rezar, nos hundimos! (Algunos rezan, otros lloran)
Antonio: Así nos estafan la vida: un par de borrachos imbéciles. (Al contramaestre) ¡Que te ahogues diez veces, miserable!
Gonzalo: Insisto: a éste lo van a ahorcar, aunque cada gota del mar desée tragárselo.
(Rezos, sollozos, despedidas)
Antonio: Vamos todos a hundirnos con el rey.
Sebastián: Vamos despidámonos de él.
Gonzalo: Daría todo por un pedazo de tierra, un matorral, un espinillo; que se cumpla la voluntad de la Fortuna. (sale)

lunes, 27 de junio de 2011

Prólogo Solemne


El que sigue es un texto que debemos analizar, aprender de memoria, y llenar de contenido visual para una puesta teatral. Son las palabras preliminares que un actor o una actriz dirige al público. Por supuesto, el diseño de la puesta dependerá de la obra, el mito, la historia que se vaya a contar. Puede ser una historia existente, o una inventada; el único elemento necesario que debe tener es la narración de un hecho que haya cambiado las condiciones universales de existencia, y se sobreentiende que para peor. Desde los mitos antiguos, pasando por la biblia, por la mayoría de las crónicas históricas, todas las tragedias, cualquier guerra, hasta la caída de las Torres Gemelas e incluso el descenso de River; casi cualquier historia terrible puede prologarse con estas palabras.

Recomiendo que se copie a mano sobre un papel, dejando generoso espacio entre renglones. Que se lea un par de veces. Que cada uno tenga ese papel encima en las reuniones de la Liga.

Esta noche, la vieja ceremonia retrocede hasta sus orígenes

para entronar, en el sitio que entonces ocupara Diónisos,
a otro dios.
Al padre de los dioses.
Al que todos conocen como el Señor del Tiempo:
Cronos.

Demiurgo del Cielo y la Tierra.
Regente de la Gran Mutación.

Siendo Cronos el rey del Universo no existía el dolor.
Tampoco la muerte.
Se ignoraba el trabajo.
Las criaturas que habitaban la tierra hablaban todas una misma lengua
y compartían los dones de la Naturaleza con la serena alegría de los inocentes.
Los ojos se deleitaban con soberbios espectáculos,
las lenguas con exquisitos sabores.
Y el ensueño profundo llegaba a la piel, 
y la piel, 
superficie sutil del Universo,
participaba de la gran caricia:
la de Cronos.

En esa Edad de Oro, que así se llamó el reino,
el hombre fue largamente feliz.

Luego, Cronos fue destronado por sus hijos.
De esa conflagración de dioses nació la muerte y el azar.
Y con ellos, las eternas preguntas de los hombres:
¿Cómo?
¿Cuándo?
¿Por qué?
La Eternidad se quebró, dando lugar al Tiempo.

Y para dar cuenta de ello, comenzaron a narrarse historias.
Tal es así, que todas las historias no son más que una:
aquella que nació cuando Cronos fue destronado,
y que no se olvidará mientras se siga contando.

Había una vez... 

miércoles, 15 de junio de 2011

GROTTESCO

PUNTEO PARA CLASE SOBRE BAJTÍN, LA CULTURA POPULAR EN LA EDAD MEDIA Y EL RENACIMIENTO (INTRODUCCIÓN)

1.     INCOMPRENSIÓN DE RABELAIS: se lo lee sin el prisma correcto, esto es, un trabajo profundo acerca de las imágenes propias de cultura popular cómica y carnavalesca del medioevo, que subsiste en el Renacimiento. Al aplicarle las nociones estéticas modernas, Rabelais no parece cumplir con las expectativas de una obra de arte que se precie de tal. De hecho, para comprender y disfrutar de sus imágenes, debemos rechazar los cánones con los que nos educamos como lectores.

2.     IMPORTANCIA: Bajtín lo coloca a la altura de Shakespeare y Cervantes. Lo llama EL MÁS DEMOCRÁTICO de los maestros. La razón: hace uso de y transfiere a las generaciones posteriores la sabiduría popular. Se distingue por su “carácter no oficial”: la IMPERFECCIÓN de sus imágenes no conoce autoridad, estabilidad ni dogma.

3.     AISLACIÓN: Sin embargo, si Rabelais aparece aislado de la historia de la literatura (especialmente de los últimos cuatro siglos), es porque no prestamos la atención suficiente a las fuentes populares con que se nutren sus imágenes. Bajtín da vuelta la ecuación: frente al acervo milenario de cultura popular, lo aislado son precisamente los últimos cuatro siglos de literatura. Las imágenes de Rabelais están perfectamente situadas dentro de la milenaria evolución literaria popular. Sólo el romanticismo revaloriza a Rabelais, pero desde la perspectiva de Bajtín lo interpreta mal. La risa y el humor de plaza pública carecen de importancia para los literatos modernos y aparece deformada en las lecturas románticas, porque en la modernidad la literatura es una serie que pertenece a las esferas burguesas, y burguesas son también sus categorías. La gran oposición estaría dada por la mesura burguesa por un lado, y la desmesura carnavalesca por el otro.

4.     TRABAJO DE BAJTÍN: poner de relieve los caracteres de la cultura popular de la Edad Media.

5.     Manifestación de una UNIDAD DE ESTILO en las distintas formas de la comicidad popular, que enhebra los fenómenos cómicos desde los tiempos arcaicos hasta el Renacimiento. Su importancia no nos es revelada a nosotros, pero forma parte importante y efectiva de la vida de los hombres a lo largo de casi toda la historia.

6.     TRES EJES FUNDAMENTALES, que se combinan entre sí: carnaval y espectáculos carnavalescos, obras verbales orales y escritas, vocabulario familiar grosero.

7.     CARNAVAL. Abundancia de festividades y espectáculos, y ritos oficiales acompañados por la risa (funerales, por ejemplo). Dualidad y visión no-oficial del mundo y las personas: relatividad de la vida, los poderes, las épocas. De una prehistoria en la que la risa es ritual, y la parodia igualmente oficial al relato solemne, al establecerse un estado y al dividirse los pueblos en clases sociales, la necesidad de conservación del poder se ve obligada a reducir al mínimo las expresiones cómicas populares, sin erradicarla por completo (dado que los poderes, a su manera, también participan del carnaval). Juego: está situado en los límites entre el arte y la vida. No se presencia en tanto espectador, se vive como participante; no es un espectáculo, sino la existencia concreta dentro del tiempo que le toca. Sus fronteras no son espaciales, sino temporales. Se trata de una concepción específica de temporalidad cósmica y biológica. En su carácter relativista, el carnaval acepta la muerte de lo viejo y el nacimiento de lo nuevo como parte de un proceso uniforme, y el tiempo del carnaval es precisamente la renovación de la vida, un regreso temporario a la edad de oro de la abundancia, el juego, el amor libre, frente a la realidad anual de privaciones, trabajo y monogamia: la vida misma renace, o interpreta su festivo renacer. Es una liberación transitoria, que niega las jerarquías y las eternidades. Presenta siempre un porvenir aún incompleto, siempre imperfecto, en constante evolución [oposición a la festividad oficial, que se propone legitimar las jerarquías presentes y eternizar el estado de cosas. Podemos pensar como ejemplo los desfiles militares] En la fiesta oficial, cada personaje se presenta con sus insignias y títulos, se destaca y legitima la diferencia, mientras que en el carnaval reina la igualdad y las jerarquías que se proponen son jocosas: rey de los tontos, etc. (en las saturnales romanas, los esclavos llegan a mandar a sus amos, que cumplen gustosos los caprichos de aquellos). Las condiciones previas desaparecen, la alienación se suspende, las relaciones son humanas, igualitarias, intensas, y los modos de comunicación de la plaza pública son francos, directos, aceptan la grosería como moneda común. La lógica da paso a la contradicción y al mundo “al revés”, a las permutaciones constantes de lo alto y lo bajo: parodia, degradación de lo solemne, coronaciones y derrocamientos bufonescos. El humor festivo es universal (el escarnecedor es escarnecido), positivo –frente al sarcasmo moderno, puramente negativo, en que el que ríe se coloca fuera del objeto de su risa, frente a la risa alegre superficial de pasatiempo, sin cosmovisión alguna- y ambivalente: niega y afirma, amortaja y resucita.

8.     Literaturas cómicas: incluso los doctos viven el carnaval, escriben tratados paródicos teológicos y gramáticos, diálogos de locos (Erasmo, Elogio de la locura).

9.     Géneros discursivos y gestuales familiares y groseros: contribuyen al clima de liberación las puteadas, los epítetos jocosos, las palmadas en el vientre.

10. REALISMO GROTESCO: forma convencional bajo la cual se unifican todas estas manifestaciones, que surge del seno carnavalesco y posee como característica general la exaltación de lo corporal y lo material (frente a lo espiritual): sexualidad, necesidades materiales y corporales, protuberancias hipertrofiadas, lazos que unen al hombre a la tierra (del vientre a la tumba). El centro de estas imágenes son la fertilidad, el crecimiento y la superabundancia, que determinan el carácter alegre del banquete, la bebida, la fiesta.

11. DEGRADACIÓN DE LO SUBLIME: lo “bajo” ocupa el lugar de lo “alto”. El mundo se sumerge en lo inferior productivo (tierra, coito). La puteada envía al puteado al origen, que se liga fuertemente con el fin: “andate a la mierda”, “andate a la concha de tu madre”. Si bien para nosotros son meros insultos, no dejamos de percibir su encanto: en ellas duerme la cosmovisión dinámica y festiva del carnaval.

12.  FUSIÓN DE LO PRIVADO Y LO UNIVERSAL, ASÍ COMO DE LOS REINOS NATURALES. Nada en este mundo es idéntico a sí mismo ni está separado del todo. Frente al canon clásico –cuerpos aislados y perfectos- los cuerpos grotescos violan sus propias fronteras espaciales y se hacen uno con la materia. De hecho, la palabra ‘grottesco’ surge en el Renacimiento, cuando se descubren los frescos pintados en una ‘grotta’, en las excavaciones subterráneas de las termas de Tito. En estos frescos, los supuestos “reinos” naturales (animal, vegetal, mineral) se entrecruzan. Se percibe en ese juego ornamental una libertad y una ligereza excepcionales en la fantasía artística; libertad concebida como alegre osadía, caos sonriente. Es un género que se pone muy de moda y se utiliza en palacios, incluso en el Vaticano, y luego es denostado por Vasari: imágenes “bárbaras” que consisten en “pintarrajear  muros con monstruos en lugar de pintar imágenes claras del mundo de los objetos”. Añade Vasari que el grottesco viola las formas y las proporciones “naturales”.

13. DESARROLLO DESDE EL RENACIMIENTO HASTA EL XX. En el Renacimiento se entrecruzan dos corrientes culturales distintas. Por un lado, la cómica popular, por otro lado la burguesa-clasicista, de imágenes perfectas y aisladas, de cuerpos maduros, entrenados y depurados, lejos de los extremos del vientre y la tumba; corriente que niega todo crecimiento y multiplicación, que poda los brotes, borra las protuberancias, oculta los orificios. En Rabelais, las imágenes grotescas conservan su riqueza original, pero a partir del XVII sus hipérboles cómicas se leen como deformidades y monstruosidades. Como ya hemos visto, la función de la risa se disgrega en sarcasmo, o bien en alegre pasatiempo. El tiempo cíclico del carnaval se ve doblegado por la concepción lineal de la historia, y la idea de evolución pierde su polaridad y ambivalencia frente a la concepción de progreso teleológico hacia un fin cada vez más perfecto (fundamentalmente en el Iluminismo). Las monarquías absolutas estatizan la fiesta oficial, las prácticas populares disminuyen en cantidad y en potencia. Recién a principios del XIX, los románticos recuperan el valor de la risa popular, pero ésta ha perdido ya su carácter positivo y aparece como una reacción puramente negativa frente a la ingenua confianza en la razón, la lógica formal, el autoritarismo estatal de las Luces. Muy a gusto del romanticismo, el grotesco ya no es universal, sino que pertenece a la experiencia individual y subjetiva del genio que es capaz de ver también esa parte de la existencia. En el XX, Bajtín señala que el grotesco vuelve a tener un desarrollo artístico importante mediante dos vías más o menos discernibles, una más ligada a perspectiva romántica y otra a la medieval popular, aunque aún demasiado empapada de las concepciones teóricas románticas.

miércoles, 1 de junio de 2011

DIÁLOGO 1

A: ¿Puedo hablar?

B: Bueno, hablá. Lamento que hayas escuchado. No es bueno que los empleados presencien estas cosas.

A: Bueno, estaba acá...

B: Mario se va a tener que ir.

A: Sí.

B: No necesito tu aprobación.

A: Estoy pensando que...

B: No te pago para que pienses.

A: No va a ser tan fácil. ¿Vos pensás que él se va a querer ir?

B: ¿Qué querés decir?

A: Cuando se trata de los demás te das cuenta enseguida de lo que pasa. Llegué a pensar que podías adivinar el pensamiento de los demás. Pero cuando las cosas pasan delante tuyo, no podés ver nada.

B: Hablá claro. No empieces otra vez con tus insinuaciones. Si tenés algo que decir, hacelo.

A: No es que te esté echando la culpa, pero la forma en que manejaste la situación hizo que él reaccionara así.

B: Me estás echando la culpa. Yo no me arrepiento de nada. Acá las cosas se manejan como yo digo y nadie va a venir a cuestionarme nada.

A: Esta bien, entonces mejor ni me meto.

B: Eso es lo que tendrías que haber hecho desde el comienzo.

miércoles, 27 de abril de 2011

LIGA 3.0

Bienvenidos a este nuevo período. Adelantamos algunos puntos de arranque para nuestros próximos trabajos:

  • observación, mímesis, devenir asignificante. Solicitamos a los integrantes del grupo la experimentación pormenorizada de los movimientos del propio cuerpo al caminar en la vida cotidiana y la observación en detalle de algún transeúnte cuyo caminar nos llame la atención de acá al martes próximo.

Durante el entrenamiento corporal vamos a volver sobre esto. Para el segmento de CANCHA Y ESCENA, rebrimos el fixture para los siguientes ejercicios:
  • la canción ridícula: consiste en imaginar las circunstancias y el contexto de una situación que amerite el canto de una canción ridícula. La palabra 'ridícula' puede ser tomada con la amplitud con que desee el participante; convendrá en todo caso que personaje que ejecuta el canto no lo considere fuera de lugar. Las circunstancias, el contexto y el canto deben ser reproducidas en un hecho teatral, para el cual se pueden utilizar objetos, vestuarios, cualquier dispositivo escenográfico (waa) e incluso a algún compañero. Se pide al participante que dé cuenta en la acción de las circunstancias que lo rodean y ejecute su canto.
  • la habilidad: se trata de un hecho, no diría de representación, sino más bien de presentación, en el cual el participante exhibe ante sus compañeros alguna actividad en la que se considere ducho, capaz, incluso virtuoso. 
Estos dos ejercicios pueden ser presentados una o más veces por cada participante, en la medida en que éste desee ajustar algún detalle, cambiar por completo la idea o bien repetir exactamente lo hecho. Los tres casos son válidos. Para anotarse en el fixture, lo mejor es que me avisen via mail. Sería de lujo contar con un participante en escena el martes que viene, y de no ser así las tareas serán impuestas mediante la fuerza y la autoridad.


Por último, para el segmento de TÁCTICA Y ESTRATEGIA TEXTUAL se pide a los participantes que piensen -o recuerden, o bien observen en el mundo- una situación que merezca el título de "desubicada", "fuera de contexto", o bien "extraordinaria". Una situación en la que una pieza parece ser tomada de otro contexto, en la que el devenir esperable se interrumpe por una disfunción que toma la posta y modifica significativamente al medio. Puede servir la reflexión sobre algunos trabajos de los Monty Python, de Alfredo Casero o su gente, de este loquito de Remy Galliard (se agradece el dato). La idea que cada participante aporte será puesta en común y analizada en conjunto.

 

martes, 15 de febrero de 2011

Invención del Autor; polifonía (Foucault, Bajtín)

En el medioevo, ustedes saben, la idea de originalidad carecía de sentido: la verdad provenía de Dios, la falsedad del Diablo. Todo lo que dijera un hombre –materia pecadora- podía a lo sumo tender a alejarse del Diablo y acercarse a Dios. Las tareas intelectuales eran en principio copiar libros ya existentes, o bien comentar otros textos. Lo verdadero se interpreta como una unidad, jamás como algo problemático, contradictorio, plural.
A partir del Renacimiento, con sus figuras descollantes, comienzan a desarrollarse ciertas prácticas que destacan las características individuales de determinados sujetos, especialmente los trabajos encargados ya no por la institución cultural dominante (la Iglesia), sino por las familias de la burguesía ascendente. Si uno lee textos de esta época, va a encontrar en los prólogos, a modo de sponsor, los agradecimientos a tal o cual personalidad por su mecenazgo. Después de Gutemberg la literatura se convierte en un trabajo, y la difusión que da la imprenta implica un mayor peligro de censura. De esta forma, los derechos de autor se van constituyendo como un sistema de valoración positiva (el dinero percibido por la propiedad intelectual de la obra) y simultáneamente, negativa (la posibilidad de atribuir un texto a un sujeto y castigarlo por su eventual blasfemia).
Mucho más complejo es lo que sucede en los siglos XVIII y XIX. Para resumirlo, veámoslo de esta manera: en primer lugar, la expansión geográfica, la economía pujante, el manejo preciso de máquinas y elementos nuevos le dan  forma a lo que conocemos como “positivismo”. El mundo aparece como una serie de fórmulas y cantidades mensurables y la ciencia se convierte en un lenguaje hegemónico cuyo fin es comprender el mundo, entender su previsibilidad, para poder explotarlo con la mayor tasa de ganancia posible. Paralelamente, mas o menos a patir de la revolución francesa y la declaración de los derechos del hombre, el ser humano pasa a ser parte de esa nueva concepción de naturaleza: una regularidad previsible. Es por eso que la aparición de los loqueros y las cárceles se da alrededor de estas épocas. (Como ven, no estoy siendo muy riguroso con las fechas, me interesa más bien llegar al presente con las conclusiones históricas que tenemos de lastre dentro de la cultura occidental). Los loqueros y las cárceles, digo, se tornan necesarios sólo en la medida en que lo ‘raro’ se opone a lo ‘normal’, es decir, cuando lo normal, lo previsible, pasa a ser universal. La igualdad declarada por la revolución francesa implica de alguna manera la producción en serie de ropa, ladrillos, utensilios de la revolución industrial. El consumo de camisetas, corbatas, zapatos, perfumes, es igual para todos (en la medida en que cada uno, haciendo uso de sus capacidades universales, haya podido juntar la plata para comprar lo que se le antoje). En este contexto aparecen distintos tipos de arte. Por un lado, el realismo en pintura: la mezcla de colores es previsible, también las medidas de los objetos, paisajes, personas. Por lo tanto, el pintor que mejor cotiza es el que es capaz de retratar a las cosas como se ven en la naturaleza: como los hombres viven en ciudades, el fiel retrato de una montaña o un lago expira de alguna manera su lejanía. Algo de esto se da también con el romanticismo alemán. Hemos visto que el autor romántico es el Autor con mayúscula. Es capaz de anteponerse a la alienación del hombre con respecto a la naturaleza. Cuenta al mundo en su complejidad y su salvajismo mediante formas literarias que le llegan mediante conexiones místicas con la divinidad, con el alma, con la totalidad del mundo. (Ese salvajismo de que hablamos es un asunto recurrente desde Rousseau, que pasa por Marx, nos llega hoy en diversas formas como el ecologismo, y que critica al hombre moderno justamente porque las costumbres burguesas lo han alejado de la experiencia del mundo, y de la felicidad; a esa crítica “negativa” de la modernidad es a la que se opone el “positivismo” como filosofía). Decimos, entonces, que el escritor romántico supone el resumen de lo universal en su particularidad. Es a partir de este momento que se compilan las “obras completas” (¿esto que escribo entra en mis obras completas? ¿y las listas de almacén que cuelgo en la heladera?) y los autores se convierten en Grandes Autores, como genios que la humanidad ha dado. Es decir que el espíritu eurocentrista señala a algunos iluminados como genios y ejemplos elevadísimos, como la instancia definitiva de todo saber. Dios agoniza, pero su lugar es sustituido por los Clásicos. Fíjense qué paradójico es que: la cultura gira en torno a lo normal, a la moneda corriente, a lo que luego será el american dream, encierra a sus locos en loqueros, pero a algunos de esos locos –a los que mejor logran demostrar que saben más que los demás- les reserva un lugar divino. Los escritores que no son considerados grossos publican en revistas y también forman parte de la mercancía común, burguesa. Piensen que lo que se leía hacia 1860 es incomparablemente mayor a lo que leemos hoy, con todos los estímulos animados que tenemos y con la educación universal (esa que se impuso en el siglo XIX para observar y calcular el mundo) hoy en absoluta decadencia.
Muy bien. Llegamos al siglo XX. La economía capitalista ya funciona como hoy -especulación financiera- e implica desbalances y situaciones en las que hay que producir el consumo como sea. A veces alcanza con publicidad. Otras es preciso tirarse bombas. Con la primera guerra, el positivismo se las ve negras para seguir sosteniendo que este es el mejor de los mundos posibles. El cine, la radio y la televisión van a funcionar perfectamente en la segunda mitad del siglo: por un lado, venden productos a clases medias y bajas; por el otro, imponen formas unívocas de pensamiento. Pero hasta que estos medios no se desarrollan, lo que mejor funciona son los nacionalismos y las guerras: situaciones de gasto público inmensas, tanto para comprar armamento como para reconstruir ciudades enteras. Recuerden que el primer enemigo de los nacionalismos no es el liberalismo económico, sino las izquierdas revolucionarias. Los estados nación ya tienen memoria nacional, y se preparan para ser regidos por paternalismos militarizantes, mas o menos socialistas (Mussolini, Hitler, Franco, Stalin, Churchill, Perón, etc.). En este contexto, aislado en la burbuja intelectual de la URSS, aparece Bajtín, un genio absoluto e indiscutible (chiste, chiste).
Bajtín y sus amigos, durante los primeros años del stalinismo, proponen una lingüística dinámica, frente a las lingüísticas fijistas de sus contemporáneos. La fijeza es una característica muy común de las ciencias positivistas, que se apoyan sobre el pilar de la lógica artistotélica, que enuncia: “nada puede ser y no ser al mismo tiempo”. En un mundo académico que acepta que el esquema de la comunicación implica un “hablante” que pasa un comunicado y un “oyente” que lo percibe, los bajtinianos amplían el campo de estudio y sostienen que no hay enunciado puro, unívoco, sino que todas las actividades comunicativas se dan en el marco de un diálogo infinito. Todo enunciado contesta o reproduce enunciados anteriores. Yo, por ejemplo, ahora, estoy reproduciendo a mi manera enunciados de Bajtín, de algún comentador de Shakespeare o Dostoievski, y estoy contestando, entre muchos otros, a Saussure y a Stalin (Stalin, entre sus múltiples tareas, era lingüista; los postulados de Bajtín no le gustaban, y luego de proponer su propia teoría acerca de la lengua rusa como la madre de todas las lenguas, y su propia lectura de Marx como la lectura canónica y definitiva de Marx, mandó a Bajtín a morir a Siberia).
Polifonía se opone, entonces, a univocidad. Todo enunciado ha sido ya enunciado, de alguna forma, en el pasado, y será contestado de alguna forma en el futuro. Ningún enunciado es definitivo, siempre será relativo con respecto a los enunciados de los que parte y a aquellos que lo contestarán en el futuro.

miércoles, 2 de febrero de 2011

"VOY A SEGUIR DEFENDIENDO LOS COLORES DE LA LIGA"

Tranquilo. Así se lo nota, se lo siente. Convencido de lo que dice. Con la calma del que sabe lo que quiere. Pedro Pacheco parece tener un rumbo marcado, un faro bien definido: “Este año la rompo” tira sin dudar a modo de presentación.
Y con esa calma se presta a la entrevista. Amagando al cronista cuando lo cree necesario, poniéndola debajo de la suela 2 segundos para ver ese resquicio que otros no ven si siente que la pregunta lo requiere, y colgándola de un ángulo cuando uno menos se lo espera con la respuesta más sincera.
Sin casette y auténtico, con la frescura que trasluce en la cancha.

-Después de todo lo bueno que mostraron en el cierre del año pasado ¿No afecta al funcionamiento del grupo la salida de Rashed a tan poco de arrancar? –Seguro, fué algo que nos tomó a todos por sorpresa. Tanto “Racha” (Rashed) como “Cali” (Carlos Rogers) le aportaban en conjunto muchas cosas al grupo, y demostraron que a pesar de todo lo que se decía, podían funcionar muy bien como dupla técnica. Pero lo de Rashed está más allá de lo deportivo, es un tema muy delicado, y entre todos supimos entenderlo y apoyarlo. Ahora es el turno de “Cali” de hacerse cargo en solitario, y todos tenemos plena confianza en él.

-Por como lo decís, pareciera que estas dando por sentado que vas a seguir defendiendo los colores de la Liga…-(Interrumpe) Y te lo digo si querés, te doy el titular de la nota: voy a seguir defendiendo los colores de la Liga. Los que dicen otras cosas son ustedes, a mí en ningún momento se me pasó por la cabeza la idea del cambio. Pacheco se queda en la Liga.

-Pero no vas a negar el interés de Julio Chávez, Augusto Fernández, y Norman Brinski, todos tipos con mucho peso en el ambiente.- Ellos pueden salir a decir lo que quieran, y obviamente que si hablan bien de uno, te pone contento. Pero yo ya le dije a mi representante que no estoy interesado en ningún cambio en este momento. Y es algo que también hablé con Carlos (Rogers), y le dije que se quedara tranquilo, que yo estoy al cien por cien con su idea y su proyecto.

-¿Incluso sin que lo recursos sean los mejores y los refuerzos no aparezcan?- Es que eso le da todavía más valor a la idea de “Cali”. No cualquiera se la juega como se la está jugando él. Si después de las primeras tres fechas no nos va bien, al que le van a caer es a él. Si ya tenés a algunos ahora, que sin haber visto nada, dicen que sin “Racha” (Rashed) vamos a andar penando con el descenso. Giles hay en todos lados, y algunas veces parece que cualquiera puede salir a decir cualquier cosa sin justificación…

-¿Pero no te parece que el plantel está corto? El año pasado tuvieron problemas cada vez que hubo ausencias, sobre todo con la fractura de Lo Sasso. –Obviamente que si tenés un jugador como Juanki (Juan Carlos Lo Sasso) querés jugar todos los partidos con él. Pero como grupo ya demostramos que estamos fuertes, y que nos sobreponemos a lo que venga. Igualmente esto no quita que si finalmente viene alguno de los muchachos que se mencionan no vaya a ser bien recibido. Más sin son recomendados por otros compañeros de la calidad de Durat o Mazzeo. Acá lo más importante es que por ahora no se fué nadie. Siguén Alex (Eidelman), mi hermana (Luna Pacheco), que no te olvides que salió Revelación Juvenil 2010, Valledor viene amagando pero parece que se queda…

- Imagino que esa es una de las razones por las que no respondés a los llamados de, por ejemplo, Julio Chávez… - (Se sonríe) A veces parece que no escuchan a propósito ustedes. Si ya te dije que solo pienso que quedarme. ¿No te alcanza con eso? Julio es un buen tipo, y tenemos en común que él dirige a mi hermanastra (Delfina Battilana), pero nada más. No te voy a salir a decir que con Julio me voy a la guerra…

-Más allá de la idea y el sistema, que ya defendiste ¿Cómo está la relación con Carlos Rogers? – Con Carlos estamos diez puntos. Todo lo que se dijo del plantazo y la discusión en el arranque de la pretemporada no fue más que un malentendido común y corriente, como pueden tener dos personas cualquiera (sic). Nosotros ya lo hablamos y es tema cerrado, los que lo agrandaron fueron ustedes.


Le suena el celular y se excusa. “Es Mazzeo” dice, y guiña el ojo. Y uno ya puede anticiparse a la gambeta que se viene. Pero de la misma forma que adentro de la cancha, aunque sepan lo que va a hacer, no lo pueden parar, se va a terminar saliendo con la suya. Y sin colgar, tapando el auricular con la mano, inocentemente tira el “¿Terminamos acá muchachos? Me están apurando del otro lado…(mirando el celular)”. Y uno sigue de largo, sin poder evitarlo, y antes de poder darse cuenta, solo ve la espalda de Pacheco alejándose. Como le pasa a tantos en la cancha. Rumbo al gol. O quien sabe a donde. Todavía hablando con Mazzeo por el celular, gestando tal vez alguna jugada preparada entre los dos que deslumbre a todos en la próxima salida a la cancha de la Liga.
Un Pacheco auténtico, que para alivio de muchos hinchas, afirma que se queda.

ENTRENAMIENTO DE VERANO

Los martes 9, 16 y 23 de febrero y 2 de marzo nos reunimos en nuestro sótano. En TÁCTICA Y ESTRATEGIA TEXTUAL vamos a trabajar alrededor de la noción de polifonía.
El mapa propuesto para seguir el asunto es el siguiente: 
1. unidad y multiplicidad
2. nacimiento y muerte del autor
3. la lingüística según el círculo de Bajtín
4. rizoma (Deleuze-Guattari) y representaciones poli

BIBLIOGRAFÍA (POLIFONÍA Y RIZOMA)

Para los que se quieran romper un poco la cabeza, dejo los enlaces de algunos artículos que vamos a ver alrededor de POLIFONÍA. No es necesario que los lean, pero sí muy provechoso; no sólo para nuestra producción conjunta, sino especialmente para la vida:





Todos dicen cosas bien interesantes. El de Foucault y el de Bajtín son específicos en su objeto de estudio: Foucault historiza la noción moderna de autoría intelectual, y Bajtín señala un problema dentro de la lingüística que le es contemporánea (los enunciados dialógicos en su pertenencia a los géneros discursivos). Es bastante repetitivo, con lo cual puede uno leer las primeras páginas e imaginarse que la mano viene similar. Como pasa con muchos estudios específicos, la lectura de ambos textos puede resultar un bodrio hasta que le agarramos la mano. El de Barthes es corto, condensado y por eso, super recomendable. Y el de Deleuze y Guattari se como literatura; sorprende por sus ideas, su escritura, su comicidad. Es el más importante de todos.